Eat&Diet

Dieta Blanda

La dieta blanda es un tipo de dieta recomendada para mitigar problemas relacionados con el aparato digestivo – boca, garganta, estómago, intestinos, tanto de tipo gástrico (diarrea, úlcera, gastritis) como disfagia (dificultad para tragar), cirugía en la mandíbula, la boca o tubo digestivo, utilización de aparatos dentales y reflujo gastroesofágico.

Hay dos maneras de entender la «dieta blanda», con un fundamento distinto en cada caso. En uno, se modifica la textura de ciertos alimentos para facilitar el proceso alimentario a quienes tienen problemas de masticación (dieta mecánica). En el otro, se adaptan los alimentos y las formas de cocinado hacia una fácil digestión para quienes tienen problemas digestivos o están próximos a una intervención quirúrgica.

La dieta blanda de fácil masticación consiste en modificar la manera de cocinar los alimentos y en seleccionar los productos de cada grupo que sean fáciles de digerir. El objetivo es provocar el mínimo estímulo digestivo, con el fin de evitar complicaciones en su estado de enfermedad o afectación. En líneas generales, esta dieta es:

Baja en grasas: carnes magras (pollo, pavo, ternera), pescados blancos (merluza, gallo, lenguado,…;), huevos en tortilla o revueltos; Pobre en fibra: frutas no ácidas sin piel, muy maduras, asadas o en compota, verduras suaves no fibrosas y cocinadas, sin legumbres; Con pocos azúcares simples. Leche y yogures desnatados, gelatinas, consomés, pan tostado o del día anterior, pasta.

Por otro lado, las comidas se distribuyen en varias tomas a lo largo del día y en pequeños volúmenes, para no saturar la capacidad y funcionalidad digestiva. Además no se admiten: alimentos y/o especias picantes, ácidos, platos muy condimentados; excitantes como el café, el té, el cacao o las bebidas alcohólicas. Tan importante como la selección de alimentos es la forma de cocinarlos. En la dieta blanda de protección gástrica están indicadas de forma particular las cocciones suaves: hervidos, al vapor, papillote, baño María…

La dieta blanda en texturas está diseñada para personas con problemas digestivos (úlcera péptica, úlcera duodenal, hernia de hiato, gastritis…).

También se indica en los momentos previos a una intervención quirúrgica o durante los días posteriores a la misma, en el periodo de convalecencia.

La dieta blanda de fácil masticación o dieta mecánica es adecuada para quienes tienen dificultad para masticar alimentos. En este grupo se enmarcan quienes han sufrido algún trastorno neurológico (una enfermedad degenerativa como el Alzheimer, un ictus, etc.) que les impide hacer de forma correcta el proceso de masticación y deglución; quienes no tienen suficientes dientes como para masticar de forma correcta; y las personas que atraviesan procesos inflamatorios y dolorosos de la boca, como el periodo de adaptación a la ortodoncia. Las particularidades dietéticas se podrían resumir en: dieta variada, equilibrada y con una selección de alimentos y texturas blandas, que permiten una fácil masticación. En comparación con la dieta blanda de protección gástrica, las restricciones (tanto en alimentos como en forma de cocinado) son menores. Solo se limitarán -según tolerancia- los alimentos o preparaciones culinarias de consistencia dura o astillosa (frutas duras, carnes magras, pan o alimentos integrales, etc.)